El dibujo es la base de mi obra y constituye el esqueleto de mi corpus artístico, pero también es un lenguaje autónomo per se.
Los dibujos componen una parte importante en mi catálogo y en ellos utilizo diferentes técnicas y materiales como la tinta china, lápices de colores, gouache, témpera o acrílico.
Existen dos líneas de trabajo muy diferenciadas: una donde la gama cromática destaca por su sobriedad (blanco, negro, grises) y otra de colores vivos y saturados en la que busco la expresividad a través del color.
En este tipo de piezas tiendo a lo figurativo para abordar temas tales como la superación personal; el reflejo como reflexión de la dualidad humana; la máscara de influencia africana como símbolo de protección, expresión de lo primitivo y signo de la alteridad; la calavera como prefiguración y recordatorio de la mortalidad, circunstancia adversa e inevitable.
Mi inspiración proviene de relatos literarios y obras cinematográficas con estética noir, así como de la obra de Claude Verlinde y la estética geométrica y colorida de las máscaras africanas, entre otros.